Considerando:
Que la emancipación de los trabajadores debe ser obra de ellos mismos, que sus esfuerzos por conquistar su emancipación no deben tender a constituir nuevos privilegios, sino a establecer para todos los mismos derechos y los mismos deberes.
Que el sometimiento del trabajador al capital es la fuente de toda servidumbre: moral, política material.
Que, por esta razón, la emancipación económica de los trabajadores es el gran objetivo al que debe ser subordinado todo movimiento político.
Que todos los esfuerzos realizados hasta aquí han fracasado por falta de solidaridad entre los obreros de las diversas profesiones en cada país, y de una unión fraternal entre los trabajadores de diversas regiones.
Que la emancipación de los trabajadores no es un problema simplemente local o nacional, sino que, por el contrario, interesa a todas las naciones civilizadas, ya que su solución está necesariamente subordinada a su concurso teórico y práctico.
Que el movimiento que se lleva a cabo entre los obreros de los países más industriosos de Europa, al procurar el nacimiento de nuevas esperanzas, advierte solemnemente de no recaer en los viejos errores, y aconseja combinar todos esos esfuerzos aún aislados.
Por estas razones:
Los que abajo firman, miembros del Consejo elegido por la asamblea celebrada el 28 de septiembre de 1864nen Saint-Martin’s Hall en Londres, han tomado las medidas necesarias para fundar la Asociación Internacional de Trabajadores…
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